Vivimos en un momento en el que la educación ha pasado a ser un producto que se eligen dentro de un nuevo mercado de la formación. No somos máquinas para sus fábricas, ni el sistema educativo está para generarles más beneficios.
Vivimos en un momento en el que la educación ha pasado a ser un producto que se eligen dentro de un nuevo mercado de la formación. No somos máquinas para sus fábricas, ni el sistema educativo está para generarles más beneficios.